Por Marc Allas - 8 mayo, 2022
Tegucigalpa.- El filósofo, escritor y analista político Mario Membreño, integrante de la coordinación nacional de la Convergencia contra el Continuismo (CCC), Mario Membreño, compareció al programa Voces contra el Olvido, para analizar el tema de los primeros 100 dias del gobierno de Xiomara Castro que ha promovido la matrix mediática controlada por la oposición y los grupos de poder.
En el editorial del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), titulado “Los tres meses del gobierno en Alianza y la Justicia”, divulgado en el programa de radio, se refiere al error y a la imprecisión que cometen los medios de comunicación para promover la evaluación de los famosos 100 días de gobierno de Xiomara Castro, considerando que luego de la salida del narco-dictador, el nacionalista Juan Orlando Hernández, la nación quedó en banca rota, expuesta su soberanía territorial y con altos índices de pobreza y corrupción.
El editorial señala que “por eso hemos dicho con insistencia que estos no son los primeros 100 días normales de un gobierno a otro, esta es la transición de una dictadura corrupta y narcotraficante de 12 años hacia un gobierno popular”.
La nueva gestión comparte ministerios, las designaciones presidenciales, los cargos de la junta directiva del Congreso Nacional, y comparte el cariño, la alegría y la fuerza del pueblo vigilante. Este es el gobierno de una alianza interpartidaria de base popular.
O sea, no es el gobierno de Xiomara Castro. Hay que decirlo para que el patriarcado feroz no la cargue contra ella en su condición de mujer, una tendencia maligna sobre todo en estos días, apunta la opinión editorial del COFADEH.
En otro de sus párrafos la columna de opinión advierte que: “La alianza gubernamental PSH-Libre-PINU y Honduras Humana no enfrenta al ya extraditado líder del cártel del crimen organizado que asfixió la democracia. Pero enfrenta la permanencia de la estructura sobre la cual el tal joh afianzó su visión depredadora del poder. Y eso es grande”.
Las fuerzas armadas que sostuvieron el crimen organizado siguen intactas siempre listas a obedecer al cachurequismo y al Comando Sur de los Estados Unidos y no a la Constitución de Honduras. Misma situación para la policía, con algunas excepciones.
La Corte Suprema de Injusticia es propiedad del gobierno liberal nacionalista, del orlandismo y del florismo, así como es del mismo binomio perverso la fiscalía general, el Comisionado de Derechos Humanos y el servicio exterior, entre otros feudos no tocados.
Por eso es injusto valorar cien días de Xiomara o de su partido Libre, y es además ridículo hacerlo porque los criminales están encasquetados en la estructura haciéndose los ofendidos si les anuncian la cancelación de sus contratos.
En cuanto a los bancos, auténticas estructuras sangrantes de los bienes naturales de Honduras, lavadores de oficio del dinero ensangrentado del crimen organizado, están ahí con sus tentáculos pútridos extendidos como pulpos impidiendo los cambios, recalca la opinión editorial del COFADEH.
Al respecto Mario Membreño expresó que “en el caso concreto de Honduras, tal como se señala en el editorial no se trata de una transición normal. En primer lugar porque la situación del país es extremadamente compleja. La crisis de la sociedad hondureña está ahí intacta y no se puede esperar que la misma sea abordada en términos como los que presuponen los 100 famosos días de un gobierno”,
Membreño reseñó que la idea de que en 100 días se puede calibrar la tendencia fundamental de un gobierno es vieja. Se gestó en el período inmediato a la Segunda Guerra Mundial donde, en el contexto de los programas de reconstrucción de Europa, en el cual la economía norteamericana necesitaba echarse a andar cuanto antes.
Se miraba la urgencia de que había que definir cuál era el despegue, la marcha, la tendencia que se imponía en ese proceso de reconstrucción de Europa.
Sin embargo había que advertir que habiéndose generalizado, la práctica no es aplicable de manera igual en todas las circunstancias.
“En el caso concreto de Honduras, tal como se señala en el editorial no se trata de una transición normal. En primer lugar porque la situación del país es extremadamente compleja. La crisis de la sociedad hondureña está ahí intacta y no se puede esperar que la misma sea abordada en términos como los que presuponen los 100 famosos días de un gobierno”, estimó el analista.
Membreño indicó que esa complejidad tiene que ver con los problemas históricos de la sociedad hondureña, uno de ellos por ejemplo, relacionado con la necesaria transformación que debe experimentar el agro hondureño para hacerle justicia a una inmensa masa de la población que vive de la explotación de la tierra.
O problemas estructurales como son para el caso, el de la pobreza. Un país con el 74 por ciento de la población viviendo en tales condiciones tiene un desafío enorme “que no se puede abordar de cualquier manera ni en plazos como los que se señalan con los famosos 100 días”.
Y a eso habría que agregar los problemas objetivos que tienen que ver con las ataduras que la dictadura creó a través de numerosas leyes, más de 200 leyes para impedir que la iniciativa del nuevo gobierno se desarrollara con relativa facilidad en el abordaje de los problemas del momento, acotó.
El analista estuvo de acuerdo con la postura del editorial del COFADEH en el sentido que, hay que hacer entender a la población y a la militancia de la alianza (Partido Salvador de Honduras, Partido Libertad y Refundación, Partido de Innovación y Unidad Nacional y Partido Honduras Humana) la gravedad de la situación y las condiciones en que se está llevando a cabo la planificación y el abordaje de los problemas por parte del gobierno de Xiomara Castro.
No hay duda que a esta maraña de leyes que obstruyen el quehacer normal de un gobierno, usted le agrega que antes de la toma de posesión de Xiomara Castro (el 27 de enero de 2022), 20 diputados de LIBRE se entienden con los partidos tradicionales, creando una situación de crisis que tenía que resolverse cuanto antes; para poder normalizar la acción propia del gobierno.
“Porque con un congreso anarquizado no se podía efectivamente iniciar el gobierno tomando medidas que dependían precisamente de la aprobación que pudiera darse a las mismas, desde el Congreso. Y ese problema todavía está ahí presente. No es tan solo lo que se heredó de la dictadura sino lo que efectivamente se tiene de poder en el caso concreto del legislativo”, apuntó.
Entonces desde esa misma línea de pensamiento del editorial del COFADEH yo quisiera agregar algo más. No hay duda de que la formación del gobierno ha sido lenta y que tiene también fuertes elementos de improvisación por las circunstancias que dejamos apuntadas.
“Al debilitarse la bancada de LIBRE por surgir ese problema interno se debilitaba también la alianza con los otros partidos. Entonces no ha sido fácil el estructurar del gobierno y echarlo a andar”, sostuvo Membreño.
El bajar del gabinete a los mandos intermedios y pasar de los mandos intermedios a las instancias operativas, es una tarea que requiere ingenio, creatividad, sentido práctico y decisión. Y se puede decir de que lo último no ha faltado en el ejecutivo, la decisión para tomar medidas que permitieran reestructurar al gobierno y echarlo a andar de manera positiva.
Yo creo que algunas medidas no han sido valoradas de manera adecuada por ejemplo, para mí, en lo que se refiere a la soberanía nacional, “la derogación de la ley de las ZEDES es una medida extremadamente valiente por parte del ejecutivo que la propuso y del Congreso que en medio de contradicciones la lleva a la práctica” señaló el analista político.
Recordemos que las ZEDES han constituido y todavía siguen constituyendo una seria amenaza para la existencia de la nación hondureña y del estado nacional.
Esa amenaza, señaló Mario Membreño, continúa ahí porque se está a la espera de la reacción del capital transnacional y de sus aliados internos que no van a aceptar que la medida se implemente en los términos que están establecidos dentro del plan de gobierno de Xiomara Castro.
Y junto a esa medida están otras que no se pueden dejar de reconocer que tienen una importancia grande como aquella que lleva a lograr la libertad para los presos políticos (Ley de Amnistía), donde la institucionalidad que la aplica, no está en manos de la alianza.
“La tarea de desmontar la dictadura sigue en pie, hay que asumirla con decisión y no se puede librar exclusivamente desde el Congreso de la República. Tiene que librarse también desde las calles, es decir la movilización es una necesidad en torno a esta reivindicación”, sostuvo Mario Membreño en el programa radial Voces contra el Olvido en su emisión del sábado 7 de mayo de 2022 por la cadena Radio Globo.